Tengo enredado entre mis sábanas el olor de tu anatomía,Tengo impregnado en mis cabellos cada gota de sudor,
me salpico al pecho la una gota de tu saliva mientras tu boca decía que me amaba.
En las esquinas tengo dibujado cada instante y en mis cuadernos escrita cada palabra y
en la cama una rosa.
Evoco los días, las tardes, las noches, los noviembres que pasaron y los que aun nos faltan, increíble sensación. Me quedo en la boca el sabor a fresco que tienen los besos de los mas dulces momentos que un día tuvimos, se me quedo en la piel la extraña sensación de las noches mas tristes cuando te extraño y te pienso.
Es de madrugada, en la cama ronda el silencio y mi pecho un fuerte palpitar, me pregunto que haces si estas aun haciendo algo, si la noche te trajo algún recuero ò si estas pensando en mi. Me dije a mi misma que dicha es sentirse así, sonríe para mi, mire a mis fieles compañeros y le dije a mis demonios que estoy tranquila.
Cuando cerré los ojos vi los ojos mas negros que me atraparon, miraron en lo mas profundo. Que ojos!. Me gustan esos ojos que miran con tanta intensidad, que me hablan con tan solo verme, que me desnudan y me dejan perpleja, sin poder mentir, sin poder callar lo que este sintiendo en el momento. Doy la vuelta, miro el paisaje frió de todas las noches y quedo dormida con el pensamiento fresco en la mente, las sensaciones a flor de piel y volví a sonreír para finalmente dormir.
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