Muchas personas van por la vida tristes, desilusionadas de
lo que viven, creyendo que siempre será así. La vida les deparo un destino que
ellos aceptaron sin objeciones, sin refutarlo, asumiendo que ese es su
verdadero camino. La mayoría sobrellevan
sus días, mas no viven felices ni sonrientes de lo que tienen.
Son aquellas personas las que deberían mirar el futuro
con la cabeza en alto, aceptarlo tal y como es pero también creer que lo pueden
cambiar, que nada está dicho. Nunca debemos de perder la esperanza, la fe de
que todo podrá irnos mejor, las ganas de hacer el cambio en nuestras vidas.
Esperanza amiga de muchos y peleada con otros pocos. ¿Por
qué dejamos de creer?, ¿por qué perdemos la esperanza?, esto se debe en mi opinión
a que muchas personas viven resignadas, no creen en ellos mismos y piensan que
siempre será así, tienen una baja autoestima.
Las personas sin fe, que no creen en cambiar su presente,
son aquellas que tienen un entorno sumido en el mismo dilema en el que ellos están.
Un entorno lleno de resignaciones, sin miras a un mejor futuro, si no con puras
lamentaciones de lo que tienen y de lo que, según ellos, nunca tendrán.
¿Quieres quedarte sentado viendo la vida pasar?, ¿quieres
tener lo mejor?, ¿qué te detiene a lograr tus objetivos?, nada es imposible. Con
cada paso que damos en esta vida comprendemos que nada está servido, que hay
que lucharla y que si un día nos caemos, nos levantaremos sabiendo que mañana será
mejor.
Cree siempre que lo podrás lograr, pero por sobre todo te
fe en ti mismo. Como dice la famosa canción de Diego Torres: Pintarse la cara color esperanzar, tentar al
futuro con el corazón, tú lo puedes hacer. La esperanza solo se perderá cuando
dejes de creer en ti y seas un resignado más de la sociedad, ¿eso quieres?, no
lo creo. Confiemos en nosotros mismos solo así lograremos nuestras metas.