Recorrí, lo vi y me hechizo. Esas dos esferas tan expresivas, aquellas montañas cambiantes de nivel, algunas veces bajas, otras tan altas que son como dos bosques muy apartes pero tan iguales. Me deslize por la bajada de tu riño y me reí con el hinchar de tus cuevas cuando te enojas. Seguí bajando por el mar de tus montañas rosas y me perdí entre aquellos blancos bailarines. Coquetos que me miraban. Recorrí cada milímetro de tus gestos y me dije " que único", me encanto.

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