Era una Rosa tan frágil y algunas veces boba pero feliz. Rosa había encontrado un clavel lindo y único que por primera vez la hacia sentir especial sin importar que ella no tuviera espinas. Era el clavel, el mas protector y elegante que había crecido en aquel jardín. Se tocaban las hojas y cada mañana miraban su jardín como el silencioso testigo del amor de unas flores, tan cristalino como el roció que los bañaba esos mismos dias por las mañanas. El clavel tenia esos dones que no cualquier flor tiene, era espigado y de un color rojo casi rosa y puro como el clavel mismo, era único. La rosa era tan roja como los labios de las damas que les gusta ser coquetas y indefensa como cualquier flor, ella no tenia espinas, ella no quería dañar a nadie y esa era su mayor debilidad. El clavel que la había visto crecer, la quería, la amaba y no importaba la diferencia de especies; ellos se pertenecían. Ahí esta el clavel en mi jardín junto a su rosa de rojo carmesí, juntos amándose y queriéndose de una manera que solo las rosas y las flores lo pueden hacer, como solo la flor mas importante del mundo y una rosa se pueden querer.
Un Clavel y una Rosa tan diferentes y tan parecidos, clavel y rosa son muchos de los que eh conocido,clavel y rosa se que algún día fuimos.

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